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sábado, 4 de enero de 2014
viernes, 3 de enero de 2014
jueves, 2 de enero de 2014
miércoles, 1 de enero de 2014
martes, 31 de diciembre de 2013
lunes, 30 de diciembre de 2013
Tres astronautas de la NASA que revelaron la existencia de OVNIS -- Alta Extrañeza -- Sott.net
Tres astronautas de la NASA que revelaron la existencia de OVNIS -- Alta Extrañeza -- Sott.net: http://es.sott.net/article/24622-Tres-astronautas-de-la-NASA-que-revelaron-la-existencia-de-OVNIS
domingo, 29 de diciembre de 2013
El ex astronauta John Glenn, posteriormente senador de los EEUU, hizo importantes declaraciones para un programa radiofónico, sin saber que estaba siendo grabado:
"Sabemos perfectamente lo que vimos allí afuera, pero no podemos contar nada". Además agregó lo siguiente: "Nunca conoceremos la verdadera respuesta… Aún así, vimos cosas allá afuera, cosas extrañas…"
El astronauta de la NASA, Guion Bluford, doctor en Ingeniería Aeroespacial y 700 horas en el espacio, participando en 4 misiones espaciales, declaró en una entrevista, que sus exploraciones en el espacio han contribuido a su creencia en la vida extraterrestre en el Universo. En su tercer viaje en 1991, cuenta que tuvo una experiencia que nunca olvidaría. De su cuarta misión en 1992, dice que esta permanece clasificada y que "les podría hablar sobre ello, pero después tendría que dispararles a todos".
¿Los rusos llegaron primero a la Luna?
En el lado “oscuro” de la Luna hay muchísima actividad. En 1969, el científico ruso Lev Mohilin fuga con su hijo a través de Turquía y se refugia en Francia. Ya libre del peligro de la KGB declara ante la sorprendida prensa parisina que el 5 de junio del 68 Rusia había lanzado desde cierta base de los Urales, el Marx I tripulado por los cosmonautas: Ilya y Eugini.
Se dirigieron al lado oculto. Eugini bajó y caminó cautelosamente hasta que súbitamente gritó de espanto: "No, no puede ser. Santo cielo, se vuelve contra mi!" Cuando Ilya lo trata de recoger, lo encuentra muerto. Entonces recibe la orden terminante de abandonar la Luna. Ya en la Tierra cuenta: "Un artefacto mecánico de forma aracnoide aplastó a Eugini". Después de ser exhaustivamente interrogado por las autoridades rusas, Ilya fue trasladado a un sanatorio de recuperación en donde lo declararon oficialmente insano y presa de alucinaciones recurrentes. Aunque muchas estaciones europeas interceptaron las comunicaciones del Marx I, esta misión "jamás existió". "Esa es la razón por la cual los rusos no se atrevieron a mandar gente allá después de ese traumático encuentro".
A todo el mundo se le dijo que el primer hombre que orbitó la Tierra fue elcomandante de las Fuerzas Aéreas soviéticas Yuri Alexeyevitch Gagarin (muerto en un accidente el 27-MAR-68), quien a bordo de la cápsula «Vostok I», dio una vuelta alrededor del planeta el 12 de abril de 1961. Lo que desconoce la mayoría es que mucho antes de que Gagarin pasara a la historia como el primer ser humano que viajaba por el espacio, muchos de sus compatriotas y colegas cosmonautas desaparecieron antes y después de abril de 1961, al parecer en circunstancias extrañas.
Autores como Eugenio Danyans de la Cinna, de España, y Peter Kolosimo, de Italia, habían hecho algunas investigaciones que les hacía sospechar que algunos cosmonautas rusos habían sido «raptados» por «algo» que se acercaba a sus cápsulas espaciales.
Recordemos el hermetismo que siempre caracterizó al régimen soviético, lo que hacía poco más que imposible que en Occidente supieron de sus fracasos y éxitos, pero gracias a que estos investigadores estaban en Europa, pudieron conocer cierto tipo de información que se filtraba del programa espacial ruso.
Los dramas del espacio han sido ocultados tras una barrera de silencio por parte de la extinta Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, para no divulgar las verdaderas causas de los incidentes vividos por las tripulaciones de las cápsulas rusas, causas que tal vez siguen sin poder ser determinadas hasta nuestros días.
El 17 de febrero de 1961 fueron lanzados al espacio desde la base o cosmódromo de Baikonur, junto al Mar Aral, un hombre y una mujer cosmonautas. Unos radioaficionados italianos captaron la voz de la mujer que debió coger algo que flotaba en las cercanías de su cápsula... pero las cosas se complicaron.
«¡Mira, mira eso! ¡Allí hay algo! ¡Si no volvemos el mundo no lo sabrá nunca! Es difícil...», no se escuchó nada más, fue lo último que se recibió de este vuelo de lo que pudo ser la primera «pareja» que surcaba el espacio exterior.
El 18 de mayo de 1961, unos meses después, se captaron los mensajes ahora de tres cosmonautas, dos hombres y una mujer: ellos se llamaban Chibotin y Dolgov, aunque la voz de uno de ellos se parecía extrañamente a la de Gagarin. La comunicación registrada decía: «Todo se desarrolla de acuerdo con nuestros planes y según las instrucciones. ¿Por qué debemos de continuar aquí?», preguntó uno de ellos. «Por favor, tengan más cuidado, todo ha sido comprobado», comentó el otro cosmonauta. Después, sobrevino un largo silencio y a pesar de todos los esfuerzos, no se supo más nada de los tripulantes.
Piotr Dolgov es posiblemente el cosmonauta fantasma con más consistencia real. Aunque a veces se le haya calificado como cosmonauta, en realidad hay que decir que trabajaba para el programa espacial (Instituto de Aviación y Medicina Espacial), aunque no llegara a prepararse para ir al espacio. Dolgov murió el 1 de noviembre de 1962 en una prueba de los trajes espaciales que se usaban en el programa Vostok. Ascendió hasta más de 28 Km de altura en un globo y saltó con el traje espacial. Sin embargo, un objeto impactó contra el visor y lo rompió, por lo que se perdió el aire almacenado en el traje. Dolgov fue encontrado muerto en el suelo, asfixiado. Según la nunca muy confiable Rusia de esos días en que contaba mas la propaganda que la vida de un hombre y los fracaso se eliminaban mediante negar que se realizó.
El autor del libro "Stranger than truth" logró oír hablar de Dolgov, pero publicó que había efectuado un vuelo espacial real el 11 de octubre de 1960. Aseguró que dicho vuelo había sido seguido por más de 20 minutos por estaciones de radio en Turquía, Japón, Suecia, Inglaterra e Italia.
El diálogo más patético que se llegó a establecer entre unos cosmonautas y el control en Tierra fue sin duda alguna el que se sostuvo con Alexei Belokonev, los días 8 y 12 de noviembre de 1960.
«¡Atención! ¡Atención! No lleven demasiado lejos los ensayos, porque podría ser peligroso. He tomado las fotografías ¡qué maravilla!». En ese momento, Belokonev orbitaba probablemente la Tierra tomándole fotografías, pero el diálogo no había terminado aún.
«Todo está oscuro, muy oscuro. Sí, partículas pequeñas, minúsculas, de dos o tres milímetros...». ¿Había entrado Belokonev en un denso campo de partículas que se acumulaban alrededor de nuestro planeta? El cosmonauta, al parecer, intentó tomar muestra de una de aquellas partículas, pues se quejaba de que los mandos funcionaban mal. «Lo he logrado, he tomado una muestra, es una cosa extraña, rara, no tiene peso». Pero la tragedia se aproximaba. «Las baterías están estropeadas, los instrumentos ya no funcionan, ¡oxígeno!... esto es horrible camaradas... ¡cómo!... no puedo hacer nada. ¡Maldición!, si no lo consigo, es imposible, ya no puedo más, se los aseguro. Comprendan, comprendan... ¡Soledad atroz, terrible!...». No se supo más de Belokonev ni de su cápsula.
The Voise Of Russia: El 10 de noviembre de 1960 el cosmonauta ruso Belokonev informa desde órbita: “Veo por el ojo de buey extrañas partículas luminosas”. Desde la Tierra le pidieron conseguir una muestra. Belokonev contestó: “Trataré pero no sé cómo hacerlo. Tengo mucho frío”. Al día siguiente del vuelo el ruso dio a conocer desde órbita: “¡Tengo suerte. He conseguido una muestra! ¿Qué? ¿Radiación? No pensaba en esto. ¿Es peligrosa?Pasado un día más, desde el espacio se dejó oír una voz inquieta de Belokonev: “No les oigo. Las baterías no funcionan, estoy a oscuras. Los aparatos fallan. ¡Oxígeno! ¡Compañeros!” El habla del cosmonauta se volvió ininteligible y en fin de cuentas se dejó de percibir. Nunca más hemos oído nada del valiente y desafortunado Belokonev. ¿Y cuántos más había habido como él?
"Sabemos perfectamente lo que vimos allí afuera, pero no podemos contar nada". Además agregó lo siguiente: "Nunca conoceremos la verdadera respuesta… Aún así, vimos cosas allá afuera, cosas extrañas…"
El astronauta de la NASA, Guion Bluford, doctor en Ingeniería Aeroespacial y 700 horas en el espacio, participando en 4 misiones espaciales, declaró en una entrevista, que sus exploraciones en el espacio han contribuido a su creencia en la vida extraterrestre en el Universo. En su tercer viaje en 1991, cuenta que tuvo una experiencia que nunca olvidaría. De su cuarta misión en 1992, dice que esta permanece clasificada y que "les podría hablar sobre ello, pero después tendría que dispararles a todos".
¿Los rusos llegaron primero a la Luna?
En el lado “oscuro” de la Luna hay muchísima actividad. En 1969, el científico ruso Lev Mohilin fuga con su hijo a través de Turquía y se refugia en Francia. Ya libre del peligro de la KGB declara ante la sorprendida prensa parisina que el 5 de junio del 68 Rusia había lanzado desde cierta base de los Urales, el Marx I tripulado por los cosmonautas: Ilya y Eugini.
Se dirigieron al lado oculto. Eugini bajó y caminó cautelosamente hasta que súbitamente gritó de espanto: "No, no puede ser. Santo cielo, se vuelve contra mi!" Cuando Ilya lo trata de recoger, lo encuentra muerto. Entonces recibe la orden terminante de abandonar la Luna. Ya en la Tierra cuenta: "Un artefacto mecánico de forma aracnoide aplastó a Eugini". Después de ser exhaustivamente interrogado por las autoridades rusas, Ilya fue trasladado a un sanatorio de recuperación en donde lo declararon oficialmente insano y presa de alucinaciones recurrentes. Aunque muchas estaciones europeas interceptaron las comunicaciones del Marx I, esta misión "jamás existió". "Esa es la razón por la cual los rusos no se atrevieron a mandar gente allá después de ese traumático encuentro".
A todo el mundo se le dijo que el primer hombre que orbitó la Tierra fue elcomandante de las Fuerzas Aéreas soviéticas Yuri Alexeyevitch Gagarin (muerto en un accidente el 27-MAR-68), quien a bordo de la cápsula «Vostok I», dio una vuelta alrededor del planeta el 12 de abril de 1961. Lo que desconoce la mayoría es que mucho antes de que Gagarin pasara a la historia como el primer ser humano que viajaba por el espacio, muchos de sus compatriotas y colegas cosmonautas desaparecieron antes y después de abril de 1961, al parecer en circunstancias extrañas.
Autores como Eugenio Danyans de la Cinna, de España, y Peter Kolosimo, de Italia, habían hecho algunas investigaciones que les hacía sospechar que algunos cosmonautas rusos habían sido «raptados» por «algo» que se acercaba a sus cápsulas espaciales.
Recordemos el hermetismo que siempre caracterizó al régimen soviético, lo que hacía poco más que imposible que en Occidente supieron de sus fracasos y éxitos, pero gracias a que estos investigadores estaban en Europa, pudieron conocer cierto tipo de información que se filtraba del programa espacial ruso.
Los dramas del espacio han sido ocultados tras una barrera de silencio por parte de la extinta Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, para no divulgar las verdaderas causas de los incidentes vividos por las tripulaciones de las cápsulas rusas, causas que tal vez siguen sin poder ser determinadas hasta nuestros días.
El 17 de febrero de 1961 fueron lanzados al espacio desde la base o cosmódromo de Baikonur, junto al Mar Aral, un hombre y una mujer cosmonautas. Unos radioaficionados italianos captaron la voz de la mujer que debió coger algo que flotaba en las cercanías de su cápsula... pero las cosas se complicaron.
«¡Mira, mira eso! ¡Allí hay algo! ¡Si no volvemos el mundo no lo sabrá nunca! Es difícil...», no se escuchó nada más, fue lo último que se recibió de este vuelo de lo que pudo ser la primera «pareja» que surcaba el espacio exterior.
El 18 de mayo de 1961, unos meses después, se captaron los mensajes ahora de tres cosmonautas, dos hombres y una mujer: ellos se llamaban Chibotin y Dolgov, aunque la voz de uno de ellos se parecía extrañamente a la de Gagarin. La comunicación registrada decía: «Todo se desarrolla de acuerdo con nuestros planes y según las instrucciones. ¿Por qué debemos de continuar aquí?», preguntó uno de ellos. «Por favor, tengan más cuidado, todo ha sido comprobado», comentó el otro cosmonauta. Después, sobrevino un largo silencio y a pesar de todos los esfuerzos, no se supo más nada de los tripulantes.
Piotr Dolgov es posiblemente el cosmonauta fantasma con más consistencia real. Aunque a veces se le haya calificado como cosmonauta, en realidad hay que decir que trabajaba para el programa espacial (Instituto de Aviación y Medicina Espacial), aunque no llegara a prepararse para ir al espacio. Dolgov murió el 1 de noviembre de 1962 en una prueba de los trajes espaciales que se usaban en el programa Vostok. Ascendió hasta más de 28 Km de altura en un globo y saltó con el traje espacial. Sin embargo, un objeto impactó contra el visor y lo rompió, por lo que se perdió el aire almacenado en el traje. Dolgov fue encontrado muerto en el suelo, asfixiado. Según la nunca muy confiable Rusia de esos días en que contaba mas la propaganda que la vida de un hombre y los fracaso se eliminaban mediante negar que se realizó.
El autor del libro "Stranger than truth" logró oír hablar de Dolgov, pero publicó que había efectuado un vuelo espacial real el 11 de octubre de 1960. Aseguró que dicho vuelo había sido seguido por más de 20 minutos por estaciones de radio en Turquía, Japón, Suecia, Inglaterra e Italia.
El diálogo más patético que se llegó a establecer entre unos cosmonautas y el control en Tierra fue sin duda alguna el que se sostuvo con Alexei Belokonev, los días 8 y 12 de noviembre de 1960.
«¡Atención! ¡Atención! No lleven demasiado lejos los ensayos, porque podría ser peligroso. He tomado las fotografías ¡qué maravilla!». En ese momento, Belokonev orbitaba probablemente la Tierra tomándole fotografías, pero el diálogo no había terminado aún.
«Todo está oscuro, muy oscuro. Sí, partículas pequeñas, minúsculas, de dos o tres milímetros...». ¿Había entrado Belokonev en un denso campo de partículas que se acumulaban alrededor de nuestro planeta? El cosmonauta, al parecer, intentó tomar muestra de una de aquellas partículas, pues se quejaba de que los mandos funcionaban mal. «Lo he logrado, he tomado una muestra, es una cosa extraña, rara, no tiene peso». Pero la tragedia se aproximaba. «Las baterías están estropeadas, los instrumentos ya no funcionan, ¡oxígeno!... esto es horrible camaradas... ¡cómo!... no puedo hacer nada. ¡Maldición!, si no lo consigo, es imposible, ya no puedo más, se los aseguro. Comprendan, comprendan... ¡Soledad atroz, terrible!...». No se supo más de Belokonev ni de su cápsula.
The Voise Of Russia: El 10 de noviembre de 1960 el cosmonauta ruso Belokonev informa desde órbita: “Veo por el ojo de buey extrañas partículas luminosas”. Desde la Tierra le pidieron conseguir una muestra. Belokonev contestó: “Trataré pero no sé cómo hacerlo. Tengo mucho frío”. Al día siguiente del vuelo el ruso dio a conocer desde órbita: “¡Tengo suerte. He conseguido una muestra! ¿Qué? ¿Radiación? No pensaba en esto. ¿Es peligrosa?Pasado un día más, desde el espacio se dejó oír una voz inquieta de Belokonev: “No les oigo. Las baterías no funcionan, estoy a oscuras. Los aparatos fallan. ¡Oxígeno! ¡Compañeros!” El habla del cosmonauta se volvió ininteligible y en fin de cuentas se dejó de percibir. Nunca más hemos oído nada del valiente y desafortunado Belokonev. ¿Y cuántos más había habido como él?
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